Texas se convertirá en el primer estado en rechazar el reasentamiento de nuevos refugiados, acogiéndose a una orden ejecutiva de la administración Trump que otorga potestad a estados y localidades para hacerlo, anunció el gobernador republicano Greg Abbot.

En una carta al secretario de Estado Mike Pompeo publicada el viernes, Abbott escribió que Texas “no puede consentir el reasentamiento inicial de refugiados” para el año fiscal 2020.

“Además de aceptar refugiados durante todos estos años, el Congreso ha dejado a Texas a su suerte para que se ocupe de problemas migratorios desproporcionados como resultado de un sistema federal de inmigración quebrado”, escribió.

El gobernador escribió que Texas y las organizaciones sin fines de lucro tenían la “responsabilidad de dedicar los recursos disponibles a aquellos que ya están aquí, incluidos los refugiados, los migrantes y las personas sin hogar, todos los tejanos”.

Agregó que Texas ha hecho “más de lo que le corresponde”.

“Tampoco impide que un refugiado venga más tarde a Texas después de establecerse inicialmente en otro estado”, escribió. “Texas ha aportado más de su parte en la asistencia al proceso de reasentamiento de refugiados y aprecia que otros estados estén disponibles para ayudar con estos esfuerzos”.

En 2018, Texas acogió a más refugiados que cualquier otro estado de la nación, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. El estado tiene grandes poblaciones de refugiados en varias de sus principales ciudades.

“Profundamente decepcionante”
Krish O’Mara Vignarajah, presidente y CEO del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados, calificó la decisión de “profundamente decepcionante”, aunque “no es sorprendente dada la oposición anterior pero infructuosa de Texas al reasentamiento de refugiados hace unos años”.

Vignarajah se refería a que en 2015 Abbott dijo que Texas no daría la bienvenida a inmigrantes sirios luego de los ataques mortales de París en noviembre de ese año. Pero el gobierno de Barack Obama continuó enviando refugiados a Texas y otros estados liderados por gobernadores republicanos que se oponían a ella.

“Históricamente, Texas ha servido como un faro de esperanza para los refugiados de todo el mundo, habiendo reasentado el mayor número de cualquier estado”, dijo O’Mara Vignarajah. “Es vergonzoso que el estado una vez más esté tratando de revertir ilegalmente este legado de bienvenida y compasión ahora”.

“Esta es precisamente la razón por la que presentamos una demanda contra la orden ejecutiva ilegal del presidente Trump, y estamos seguros de que se hará justicia, permitiendo que los niños y las familias que han estado esperando desesperadamente durante años se reúnan con su familia en Texas”, enfatizó.

En noviembre, el presidente Donald Trump anunció en una orden ejecutiva que las agencias de reasentamiento de refugiados deben obtener el consentimiento por escrito de los funcionarios estatales y locales en cualquier jurisdicción donde busquen colocarlos a partir de junio de 2020.

Los gobernadores en otros 42 estados han dicho que darán su consentimiento para permitir el ingreso de más refugiados, informó la agencia de noticias Associated Press, citando al Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados.

Trump ya ha reducido la cantidad de refugiados permitidos en el país para el año fiscal 2020, que termina en septiembre, a un mínimo histórico de 18,000. Unos 30,000 refugiados fueron reasentados en los Estados Unidos durante el año fiscal anterior 2019.