Un incendio declarado este miércoles ha destruido parte de la histórica Catedral de Santa Isabel en el casco antiguo de Malabo, un desastre que provocó hoy numerosas declaraciones de solidaridad con el pueblo de Guinea Ecuatorial.

El fuego, que fue extinguido por los bomberos, ocasionó graves daños materiales en el interior del edificio y arrasó la cubierta del templo neogótico católico, causando el desplome de parte del techo.

El incendio ‘ha arrasado su tejado prácticamente por completo. Aunque el frente de la catedral está afectado por humo negro, no se temen daños estructurales’, aseguró hoy el Gobierno ecuatoguineano en un comunicado.

La Catedral de Santa Isabel, majestuoso ejemplo de la arquitectura colonial española, estaba cerrada al público desde este 7 de enero por unos trabajos de rehabilitación que debían terminar el próximo julio, según anunció el arzobispo de Malabo, Juan Nsue Edang, el pasado noviembre.

El responsable de comunicación de la Archidiócesis de Malabo, Salomón María Abaga, dijo a Efe por teléfono desde la capital ecuatoguineana que las llamas se declararon cuando ‘se estaban sacando algunas cosas para comenzar las obras de la rehabilitación’, a cargo de una empresa española.

‘La suerte que hemos tenido es que todo esto ocurrió cuando la catedral estaba desalojada. Ya habíamos sacado todo para comenzar con las obras. Los lugares dónde el fuego ha impactado fuertemente han sido el techo y la fachada, donde había madera’, explicó el portavoz.

‘Gracias a que llegaron los bomberos pronto se pudo frenar’ el incendio, que se declaró a las 16.30 hora local (15:30 GMT) del miércoles y pudo ser ‘controlado’ dos más tarde, indicó a Efe Abaga.

A falta de las conclusiones de la investigación oficial del desastre, ‘parece ser que ha habido un cortocircuito y eso es lo que ha provocado el incendio’, señaló el portavoz eclesiástico.

El Gobierno precisó que, ‘tanto las causas del incendio, como los daños materiales, se comunicarán tras el informe técnico de la empresa encargada de rehabilitar la catedral’.

El pasado año, el presidente del país africano, Teodoro Obiang, entregó al arzobispo de la Archidiócesis de Malabo un cheque de 2.000 millones de francos CFA (unos tres millones de euros) para la rehabilitación del templo.

El incendio de esta joya arquitectónica ha dado pie a abundantes manifestaciones de solidaridad con el pueblo de Guinea Ecuatorial

En su cuenta de la red social Twitter, la Embajada de España en Malabo afirmó hoy que ‘lamenta el terrible incendio que ha afectado a la Catedral de Malabo, monumento emblemático de la capital de Guinea Ecuatorial’.

‘Nos solidarizamos con toda la población’, agregó la legación diplomática española.

La Embajada de Francia señaló en la misma red social que el incendio ‘nos recuerda cruelmente al que asoló (la Catedral de) Notre Dame el pasado mes de abril’ en París.

‘Compartimos la emoción de nuestros amigos de Malabo y de Guinea Ecuatorial’, subrayó la misión diplomática francesa.

‘Nos invade un profundo sentimiento de tristeza al ver las imágenes de la Catedral de Santa Isabel en Malabo, símbolo de la fe más pura del pueblo de Guinea Ecuatorial’, recalcó, por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Twitter.

La construcción de la catedral empezó en 1897 con donaciones de feligreses, compañías comerciales y del Gobierno de España, bajo cuyo dominio colonial se encontraba entonces el pequeño país centroafricano del golfo de Guinea.

El diseño del edificio, que se inauguró en 1916, fue obra de Luis Sagarra, con supervisión del famoso arquitecto español Antonio Gaudí.

Situada en la Avenida de la Independencia en el centro de Malabo, la catedral es un templo de estilo neogótico del que destaca su imponente fachada con una puerta arqueada, flanqueada por dos torres de campanario de 40 metros de altura, y su cuerpo de tres naves.

Guinea Ecuatorial, único país de habla hispana en África Subsahariana, se independizó de España en 1968 y dio un importante salto económico con el descubrimiento de petróleo en los años noventa del pasado siglo, si bien gran parte de sus algo más de 1,2 millones de habitantes vive todavía en la pobreza.

El jefe del Estado ecuatoguineano, Teodoro Obiang, dirige el país con mano de hierro desde 1979, cuando derrocó a su tío Francisco Macías mediante un golpe de Estado, y es actualmente el presidente que más tiempo lleva en el poder en el mundo.

El Nuevo Diario