Al pensar en un puesto importante, como el de ministro o directora ejecutiva de una institución, es probable que lo primero que te llegue a la mente sea la imagen de una persona con vasta experiencia y, por consiguiente, algunos añitos de más.

Sin embargo, hoy en día hay jóvenes que buscan romper con ese estereotipo y demostrar que, ciertamente, la aptitud y experiencia no tienen que ver con la edad, sino más bien con la preparación y el deseo de superación.

Uno de los mejores ejemplos de eso es Juan Ariel Jiménez, quien desde el primero de agosto del año pasado quedó designado como ministro del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, convirtiéndose en el ministro actual más joven del gobierno (tiene 34 años).

Lograr este puesto no fue algo fortuito. Luego de que Juan Ariel se formó como economista, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, pasó por instituciones como el Banco Central, ocupando el cargo de economista II y subdirector de Asuntos Cambiarios y Deudas. Posteriormente, fue viceministro de Políticas de Desarrollo del Ministerio de la Presidencia.

Durante su gestión, comenta que nunca se ha sentido subestimado a pesar de su corta edad, pues el hecho de haber ocupado otros puestos de valor ha hecho que la gente no se extrañe al verlo ahí. Aunque, con quienes no lo conocen, es otra historia.

“Me pasó una vez que alguien me preguntó ¿Y el señor Jiménez, cuándo llega? Yo le dije, ‘no sé si soy yo pero me apellido Jiménez’, a lo que esa persona respondió: ‘No, no, no. El señor Jiménez que viene de la Presidencia. Y cuando le dijo que soy yo, dijo ‘¿Usted? Yo estaba esperando a un señor viejo con mucha panza’” relata entre risas, mientras explica que por lo general se tiene ese tipo de expectativas con cargos como el suyo.

Si hay algo que tiene claro Juan Ariel es que sobre sus hombros recae una gran responsabilidad: dejar una buena imagen para que las personas vean que cuando se les da la oportunidad a la juventud de desempeñar roles importantes, lo pueden hacer muy bien.

“Mi intención es que en el futuro cuando vean mi paso por la administración pública digan ‘pero miren la edad que tenía y lo bien que lo hizo’, y que cuando piensen en eso, reflexionen en que hay que incluir más a los jóvenes”.

Aunque no hay una receta mágica para alcanzar el éxito, de manera particular dice que le ha servido aplicar lo que él define como la filosofía del surfista; “Tener la tabla lista para esperar la ola correcta”. Y pasa a explicar que “Toca tener la preparación para cuando llegue la oportunidad, porque las cosas no siempre se dan rápido. Y lo importante no es que se den rápido, sino que se den bien”.

Una mujer a la cabeza
Yamily López Souri es directora ejecutiva de la Cámara Minera Petrolera de República Dominicana. Y tiene 35 años.

En dicha institución se encarga de promover y mejorar el marco institucional, estable y competitivo nacional, con base en la promoción del desarrollo y la expansión del sector minero y petrolero como destino de inversión nacional y extranjera.

Egresada de la carrera de Administración de Empresas, maestría en Gestión Empresarial concentración en Desarrollo de Habilidades Directivas y posgrado en Dirección General son algunos de los estudios que resaltan en su hoja de vida y que sirven para entender por qué está a la cabeza de dicha entidad a su corta edad.

“Luego de la universidad continué con mi desarrollo profesional, capacitándome en temas como gestión de proyectos, gestión de talento humano, relaciones internacionales, estrategias financieras, entre otras, lo que me sirvió para ser considerada por importantes empresas”, asegura.

Si bien toda esa preparación fue lo que le valió posiciones de relevancia en instituciones de sectores privilegiados, como la Asociación Dominicana de Constructores Y Promotores de Viviendas y la Dirección General de Impuestos Internos, su valor más allá de eso. “Radica en mi determinación y mi compromiso con mis metas e ideales”.

Sobre ella, por ser mujer y además joven, recae la tarea de ser un ejemplo de que se están rompiendo viejos paradigmas. Aunque concibe que a la juventud no se le dan las oportunidades suficientes, admite que siempre se debe ser persistente para que, como en su caso, se pueda llegar lejos.

“Si tengo que darle un consejo a la juventud es que sean ser coherentes. Que no desistan y que se mantengan firmes en sus valores”, concluye.

Aportes Cambios.
Para Juan Ariel, gracias a que los jóvenes no están ligados a cómo están las cosas, el mayor aporte que pueden hacer a instituciones como la que él preside es desarrollar nuevas estrategias y lograr cambios positivos.

Innovación.
De su lado, Yamily considera que la destreza de la juventud en el manejo de las nuevas tecnologías puede aportar innovación a las empresas.

Listín Diario