Dos cazas EA-18G Growlers de la Armada de EE.UU. han volado controlados de forma autónoma desde un tercer avión tripulado, en lo que supone la primera prueba de este tipo para esta aeronave especializada en guerra electrónica.
En el marco del ensayo, realizado durante un reciente ejercicio en la base aeronaval de Patuxent River (Maryland), los dos aviones de combate actuaron como drones, mientras que un tercer Growler pilotado voló como controlador de misión durante el experimento, informó el fabricante Boeing Co. en un comunicado. En el transcurso de cuatro vuelos, se completaron 21 misiones de demostración.
El experimento demuestra que el EA-18G podría usarse como un «multiplicador de fuerza» para operaciones reales, aumentando «la capacidad de supervivencia» y la «conciencia situacional» de los pilotos en la cabina «sin aumentar la carga de trabajo», explicó Tom Brandt, jefe de la demostración de equipos tripulados y no tripulados de Boeing.
«Esta tecnología permite a la Armada ampliar el alcance de los sensores mientras mantiene a las aeronaves tripuladas fuera de peligro», agregó Brandt.
RT