Los servicios especiales de EE.UU. habrían realizado una vasta campaña en Europa del Este para denigrar a los políticos y activistas sociales que abogan por desarrollar buenas relaciones con Rusia, según estima el Servicio Federal de Inteligencia ruso.

Moscú asegura que «agentes y organizaciones no gubernamentales» financiadas por los departamentos oficiales de EE.UU. «se movilizan» con ese fin.

De hecho, Moscú considera que Bulgaria se ha convertido en «epicentro de la escenificación de escándalos de espionaje» por la expulsión «infundada» de diplomáticos rusos.

Así, en Bulgaria habrían difundido de manera intencional insinuaciones sobre la reunión que el pasado 10 de febrero mantuvieron el director del Servicio de Inteligencia Extranjera de Rusia, Serguéi Naryshkin, y el primer ministro de Emiratos Árabes Unidos, el jeque Mohamed bin Rashid al Maktum, en la que habrían hablado sobre el destino del empresario búlgaro Vasil Bozhkov.

Posteriormente, políticos de Bulgaria próximos a la CIA habrían comenzado a propagar que Moscú quería liberar a ese hombre de negocios detenido en EAU por supuesta implicación en delitos financieros para complicar las relaciones intergubernamentales y la colaboración de los servicios especiales rusos y emiratíes.

La investigación de Moscú ha detectado que la fuente de esos materiales «sensacionalistas» era un representante de los servicios especiales de Bulgaria presente en uno de los países de Oriente Medio que estaría «controlado y remunerado» por los estadounidenses, quienes «dirigen su trabajo en contra de los intereses rusos».

RT