Lo opuesto a la verdad es la mentira. Y la sola enunciación de que los labios mentirosos son abominación a Jehová (Prov. 6:16-19; 12:22) es suficiente para que los hijos de Dios aborrezcan la mentira. Esto constituye un camino cuesta arriba, debido a que, por naturaleza, todo hombre es mentiroso (Salm. 62:9; 116:11; Rom. 3:4).
En la Biblia la mentira se refiere a un ídolo (Is 44:20; Jer 10:14; 13:25; Am 2:4); engaño (Mt 26:4; Mc 7:22; 1 Tes. 2:3); hablar divorciado de la verdad, falsedad (Juan 8:44; Rom. 3:7); falsificación (2 Cor. 4:2); calumnia (Salm. 15:3; Rom. 3:8); hipocresía (Gál. 2:13); blasfemia (Tito 2:2), por lo cual, la mentira está ligada a falsificación, engaño, error, calumnia, idolatría; simulación, ficción, hipocresía, y a cosas por el estilo.
Ananías con su esposa Safira, simularon un acto de piedad. El apóstol Pedro fue quien tuvo que confrontar a Ananías con sus hechos, las palabras del apóstol fueron: «Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón PARA QUE MINTIESES AL ESPÍRITU SANTO, y sustrajeses del precio de la heredad? Hechos 5:3» Es interesante que tiempo después el mismo apóstol Pedro cayera en la misma trampa: «Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y EN SU SIMULACIÓN participaban también los otros judíos, DE TAL MANERA QUE AUN BERNABÉ FUE TAMBIÉN ARRASTRADO POR LA HIPOCRESÍA DE ELLOS. Gál. 2:11-13» Esto me estremece, y tengo que admitir que he simulado, que he mentido muchas veces, y que soy tan débil y tan flaco como Ananías, Safira, Pedro y Bernabé. Tengo que admitir que es más fácil andar en la mentira que en la verdad. Y es esa triste realidad la que me lleva constantemente al trono de la Gracia, a buscar misericordia y gracia, para andar en verdad. Dios nos ayude.