La declaración expresa lo más parecido a un rechazo continental a la declaración aprobada por Francisco el 18 de diciembre, que permite a los sacerdotes ofrecer esas bendiciones.
La declaración, firmada por el cardenal congoleño Fridolin Ambongo en nombre del simposio de conferencias episcopales nacionales, expresa lo más parecido a un rechazo continental a la declaración aprobada por Francisco el 18 de diciembre, que permite a los sacerdotes ofrecer esas bendiciones.
La declaración del Vaticano ratifica el magisterio tradicional de que el casamiento es la unión vitalicia de un hombre y una mujer. Pero permite a los sacerdotes brindar bendiciones no litúrgicas a parejas de personas del mismo sexo que buscan la gracia de Dios en sus vidas siempre que no se confundan con los ritos nupciales.
Ambongo dijo en un comunicado que no era apropiado que los curas africanos ofrecieran esas bendiciones porque generarían escándalo y confusión. Dijo que el magisterio bíblico condena la homosexualidad como una abominación y que en el contexto cultural africano las uniones LGBTQ+ “aparecen como contradictorias a las normas culturales y esencialmente corruptas”.